Esta soy yo

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Licenciada en Educación Preescolar desde el 2012.

"Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo,involúcrame y lo aprendo" Benjamín Franklin

sábado, 26 de octubre de 2019

El rol del docente en la actualidad va más allá de la trasmisión de conocimientos, se tiene que abrir un nuevo panorama a esos conocimientos para que realmente sean útiles en la vida del estudiante, que los puedan aplicar a su contexto, es decir que no solo se quede con la parte teórica sino que los aplica a su vida y se motiven a resolver situaciones que se les puedan presentar en los diferentes escenarios que podrían estar: familia, amigos, calle, etc. Para el logro de lo anterior, es necesario primeramente conocer a tus alumnos, observar sus manifestaciones y desenvolvimiento en clase. Asimismo, brindar una atención focalizada con los alumnos, interactuar en las actividades y cuestionarlos, reflexionar y realizar una planeación pertinente y real con base a las necesidades y características de los alumnos , tener un tiempo de trabajo individual con ellos y llevar a cabo actividades específicas y focalizadas. ¿Cómo enseñar para la vida? “Para persuadir en esta dirección, debemos centrar nuestro trabajo en lo que a los jóvenes más les importa, que la enseñanza sirva, sea útil, que les permita arañar algo más de bienestar personal” (Carlos Saiz Sánchez y Silvia Fernández Rivas. (octubre-diciembre 2012). Pensamiento crítico y aprendizaje basado en problemas. Revista de la docencia universitaria, 10, 331) Para lograr un aprendizaje significativo, primero debemos de conocer las características de nuestros alumnos, esto incluye su contexto, economía, actividades productivas, cultura y costumbres. El docente que llega a una escuela tiene que ser parte de ella, no solo ser acto de presencia y dar su clase, es necesario que sea participe activamente en la construcción de saberes con sus alumnos, por lo que como punto de partida a la pregunta de cómo enseñar para la vida, es la actitud del docente en el aula. Podrá tener una planeación de lujo con materiales innovadores y sofisticados, pero si esos materiales o esa planeación no está de acuerdo a la realidad que los alumnos viven no tendrá una respuesta favorable por parte de ellos o simplemente no se obtendrá un aprendizaje significativo. Como maestra de comunidad sufrí o padecí de este limitante, pensaba, rebuscaba, compraba o elaboraba material que para mi era algo innovador pero que al llevarlo a la práctica no era atractivo para los alumnos y fácil perdían el interés, por ejemplo al enseñar los números y sus cantidades, después del fracaso obtenido con material elaborado o comprado, partí de lo común para ellos el conteo de las semillas de maíz, ya que es una comunidad rural que se de dedica a la agricultura y parte de su producción agrícola es la venta de granos de maíz, por lo que no solo los alumnos aprendían a contar y relacionar cantidades sino que también lo aplicaban a su vida cotidiana , ayudando a sus padres en la agrupación de granos. La escuela debe ir más allá de ella misma, esto implica básicamente que cada conocimiento transmitido debe ser útil para la vida práctica del individuo, ya que la escuela se cursa por un lapso de tiempo hasta alcanzar una terminación o titulación de estudios y entonces el alumno deja de ser tal y debe tornarse en un individuo actuante desempeñando una función social en una actividad, y no necesariamente tiene que ser profesional, sino que puede ser un oficio determinado. Enseñar para la vida es un desafío difícil pero no imposible , comienza desde un cambio o renovación de ideas en la cultura escolar, desde las actitudes que tenemos, métodos de enseñanza, formas de organización, costumbres, etc. hasta la capacidad de entender y canalizar las demandas e intereses de nuestros alumnos.
El rol del docente en la actualidad va más allá de la trasmisión de conocimientos, se tiene que abrir un nuevo panorama a esos conocimientos para que realmente sean útiles en la vida del estudiante, que los puedan aplicar a su contexto, es decir que no solo se quede con la parte teórica sino que los aplica a su vida y se motiven a resolver situaciones que se les puedan presentar en los diferentes escenarios que podrían estar: familia, amigos, calle, etc. Para el logro de lo anterior, es necesario primeramente conocer a tus alumnos, observar sus manifestaciones y desenvolvimiento en clase. Asimismo, brindar una atención focalizada con los alumnos, interactuar en las actividades y cuestionarlos, reflexionar y realizar una planeación pertinente y real con base a las necesidades y características de los alumnos , tener un tiempo de trabajo individual con ellos y llevar a cabo actividades específicas y focalizadas. ¿Cómo enseñar para la vida? “Para persuadir en esta dirección, debemos centrar nuestro trabajo en lo que a los jóvenes más les importa, que la enseñanza sirva, sea útil, que les permita arañar algo más de bienestar personal” (Carlos Saiz Sánchez y Silvia Fernández Rivas. (octubre-diciembre 2012). Pensamiento crítico y aprendizaje basado en problemas. Revista de la docencia universitaria, 10, 331) Para lograr un aprendizaje significativo, primero debemos de conocer las características de nuestros alumnos, esto incluye su contexto, economía, actividades productivas, cultura y costumbres. El docente que llega a una escuela tiene que ser parte de ella, no solo ser acto de presencia y dar su clase, es necesario que sea participe activamente en la construcción de saberes con sus alumnos, por lo que como punto de partida a la pregunta de cómo enseñar para la vida, es la actitud del docente en el aula. Podrá tener una planeación de lujo con materiales innovadores y sofisticados, pero si esos materiales o esa planeación no está de acuerdo a la realidad que los alumnos viven no tendrá una respuesta favorable por parte de ellos o simplemente no se obtendrá un aprendizaje significativo. Como maestra de comunidad sufrí o padecí de este limitante, pensaba, rebuscaba, compraba o elaboraba material que para mi era algo innovador pero que al llevarlo a la práctica no era atractivo para los alumnos y fácil perdían el interés, por ejemplo al enseñar los números y sus cantidades, después del fracaso obtenido con material elaborado o comprado, partí de lo común para ellos el conteo de las semillas de maíz, ya que es una comunidad rural que se de dedica a la agricultura y parte de su producción agrícola es la venta de granos de maíz, por lo que no solo los alumnos aprendían a contar y relacionar cantidades sino que también lo aplicaban a su vida cotidiana , ayudando a sus padres en la agrupación de granos. La escuela debe ir más allá de ella misma, esto implica básicamente que cada conocimiento transmitido debe ser útil para la vida práctica del individuo, ya que la escuela se cursa por un lapso de tiempo hasta alcanzar una terminación o titulación de estudios y entonces el alumno deja de ser tal y debe tornarse en un individuo actuante desempeñando una función social en una actividad, y no necesariamente tiene que ser profesional, sino que puede ser un oficio determinado. Enseñar para la vida es un desafío difícil pero no imposible , comienza desde un cambio o renovación de ideas en la cultura escolar, desde las actitudes que tenemos, métodos de enseñanza, formas de organización, costumbres, etc. hasta la capacidad de entender y canalizar las demandas e intereses de nuestros alumnos.